Profesora Tec Salud y Médico Intensivista del Hospital San José

49 años

La doctora Araceli lleva la medicina en la sangre. No le bastó con el área de cuidados intensivos, donde resalta por su dedicación, sino que transmite sus conocimientos.

En sus clases, esperamos que realice diagramas en el pizarrón, nos abre los ojos a un mundo de magia y cosas por descubrir. Pinta la medicina como si fuera un cuento en el que nosotros, los pacientes y las enfermedades formamos parte.

Nos enseña a nunca perder la humildad, y lo bonita que es la medicina, donde se lucha por hacer sentir mejor a las personas. Su mensaje es que nunca nos perdamos en el camino; con los pies en la tierra, la cabeza en frío al tomar decisiones y ponernos en los zapatos de los pacientes para saber que hicimos todo lo que está a nuestro alcance.

Lo más impresionante, es cómo logra establecer equilibro entre familia, investigaciones, clases y la dirección de materias. Sabemos que sin importar la situación, ahí va a estar, con los brazos abiertos.

Aconseja no dejarse intimidar por el área médica, y que demostrar fragilidad no es sinónimo de fracaso. De esa fragilidad, se puede sacar fortaleza.

POR VALERIA SAINZ, ALUMNA